Visita a la destilería "Aromáticas del Duero" y al Centro de Interpretación de la Lavanda en Tiedra (Valladolid).
En Tiedra, la lavanda tiñe los campos de morado abriéndose paso entre el cereal y ofreciendo todo un espectáculo para la vista y el olfato.
Esta planta aromática y el centro de interpretación sobre este cultivo, que dirigen Luz Mª Cuadrado y Antonio Fonseca, demuestran que turismo y agricultura pueden ir de la mano a la hora de poner en valor el patrimonio industrial, el paisaje y la cultura.
La empresa “Aromáticas del Duero” optó en 2006 por la lavanda y el lavandín como alternativas de secano en la comarca de los Montes Torozos y desde entonces se dedica a producir y comercializar aceites esenciales.
Las instalaciones de transformación de aceites esenciales se encuentran justo detrás del centro de interpretación. Para poder aprovechar al máximo cualquier plantación de plantas aromáticas es importante reducir el tiempo de espera desde la cosecha al tratamiento.
Para ello, usan una moderna destilería por arrastre de vapor que, gracias a su localización, constituye el centro de operaciones por su proximidad a las plantaciones. El arrastre de vapor permite utilizar el mismo remolque que ha recogido las plantas para la destilación.
Gestionan unas 325 hectáreas de lavanda con epicentro en Tiedra. Es la destiladora con más capacidad de Castilla y León y una de las más importantes a nivel nacional.
La lavanda tiene un gran potencial que transciende lo meramente agroindustrial, pues además de dinamizar el pueblo, tiene muchos horizontes y uno de los más importantes es el turístico, siguiendo la estela de la Provenza francesa, la mayor potencia mundial en este cultivo, donde el negocio turístico que mueve la lavanda supone 2,5 veces lo que el sector agrícola.
Un edificio agrícola anexo a su destilería dedicada a la extracción de aceites esenciales, en las inmediaciones de extensas plantaciones, se ha reconvertido en el primer centro de interpretación dedicado al mundo de las lavandas: Un recorrido por sus variedades, lugares y modos de cultivo, cómo se extraen los aromas o la presencia en nuestra cultura y costumbres a lo largo de la historia. También cuentan en su instalación con un campo de ensayo de variedades
La lavanda es una de las plantas más conocidas y reconocibles en nuestra cultura. Valorada desde la antigüedad por sus múltiples propiedades, a lo largo de la historia los botánicos han identificado y descrito las diferentes especies, subespecies e híbridos silvestres de lavándulas, a las que se añade un sinfín de “variedades de campo” a partir del siglo XX, más preparadas para satisfacer la importante demanda de esta planta y sus productos en el mundo moderno.
Por la zona de Montes Torozos donde se sitúa Tiedra hay multitud de abejas. Desde que nacieran estas extensiones de plantas aromáticas, los insectos han acudido a polinizarlas. Muchos apicultores han aprovechado este recurso para aumentar enormemente su producción y algunos hacen uso completo de los campos cultivados.
